viernes, 21 de marzo de 2008

La ví jugando frente a mí
con su vestido a cuadrillé
cuando dejó caer de golpe su pañal sobre mis pies.
La plastimasa de regalo,
y una Manón en cada mano
Así fue como yo me declaré:
"Hola, Natalia, ¿cómo estás?
Llegó el momento de hablar,
dejá de comerte los mocos, y escuchame de verdad.
Aunque yo estoy en pre-escolar y vos estés en el jardín
hay algo que yo te quiero decir:
Quiero tenerte junto a mí
y desnudarnos a escondidas,
cuando la "seño" no nos vea
te haré el amor en el arenero del Jardín.
Te besaré
como nadie te ha besado hasta aquí.
Vamos a hablar con mis papás,
vamos a hablar con tus papás,
ellos nos tienen que apoyar
si nos queremos casar.
Y si nos dicen que no,
total yo sé manejar,
en mi triciclo veloz
ambos podremos escapar".
Pero el problema comenzó
después de la "prueba de amor",
a cada rato vomitaba
y con frecuencia se mareaba.
Su cuerpo comenzó a cambiar
y en unos meses engordó
y pensamos que era exceso de Manón...


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